Casa Torrent. Huevería, pollería y caza. Plaza Redonda, antigua 24.


Aunque en la actualidad la Plaza Redonda es conocida por sus comercios de cerámica e hilaturas, a principios del siglo XX había un espacio dedicado a la venta de comestibles y productos de alimentación, entre los que se contaban aves y huevos.
Tarjeta postal comercial.
Colección Andrés Giménez

Estos comercios son el vestigio de una larga tradición de venta de productos cárnicos, pues no  en vano  el espacio que hoy ocupa la plaza era el lugar donde estaba el matadero y la pescadería de la ciudad. Debido a las medidas higienistas de la segunda mitad del siglo XIX, la Plaza del Cid, vulgo Redonda, se destinó a zona para la volatería (venta de aves).

En 1892 un comercio se dedicaba a la venta de carne de ave, exceptuando  venta de pájaros que  no mencionamos en este artículo y que también había en esta plaza, era el número 24 la pollería de Josefa Querol.

A principios de siglo esta pollería era regentada por Cayetano Torrent que vendía huevos al por mayor. Nace así Casa Torrent, establecimiento que perduró hasta la década de los 60. Sus competidores en la misma plaza era Vicente Ramón , en el número 25 y Vicente Gimeno en el número 20, competencia que se prolongó hasta la década de los 40.

Hacia 1914 el negocio pasa a manos de Rafael Torrent, y con esta denominación el comercio se mantuvo hasta su desaparición. aparte de huevos al por mayor, Rafael vendía aves  y caza.

Este comercio editó  una serie de tarjetas postales en las que aprecia a sus empleados en la entrada. Como se puede apreciar  en la fotografía carecía de escaparate y exhibía las aves que vendía colgadas de tres grandes perchas colgantes sobre el dintel de la puerta. Justo en la entrada había una jaula que servía además de mostrador  que contenía patos vivos.

El comercio no admitía regateos y advertía de que sus ventas lo eran "a precio fijo". En los años 30 disponía de línea de teléfono con el número 11.826. En esta década cambió la numeración de la plaza y quedó en su número 15. Según Ángel Martínez en su blog "La Valencia desaparecida", el local es en la actualidad la tienda de artesanía cerámica Cobalto y cobre.

A partir de la década de los años 40, la plaza empezó a convertirse en zona para la venta de géneros de punto e hilaturas, que fueron desplazando a los comercios de venta de aves, con excepción de las pajarerías de las que aún pervive algún ejemplo en la actualidad. La plaza fue abandonando así su carácter como espacio para la venta de artículos de primera necesidad y de la mano de una progresiva mejora del poder adquisitivo ha ido evolucionando hasta convertirse en un espacio turístico, y perdiendo su carácter de espacio comercial popular, por lo que comercios antaño habituales tales como las pollerías, casas de comidas o similares han dejado paso a otro tipo de actividades.

Autores: Enrique Ibáñez y Gumer Fernández
Agradecemos los datos e imágenes facilitadas a Ángel Martínez y Andrés Giménez

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