Agencia funeraria La Soledad de Mariano Prats. Calle Avellanas,20

Agencia funeraria La Soledad de Mariano Prats. Calle Avellanas,20


Colección Enrique Ibáñez.
En la nueva era del siglo XX, Mariano Prats abrió su agencia funeraria en la calle Carmen 1 del Grao, aprovechando la vecindad de una empresa de coches fúnebres que tenía su sede en el número 3 de la misma calle, ya que el negocio de la funeraria tenía dos ramas; una que se dedicaba a la gestión del sepelio y tratamiento del difunto, y una segunda que se dedicaba al alquiler y mantenimiento de carrozas fúnebres.


En 1905 Mariano Prats ya se ha trasladado a Valencia  y abre despacho funerario en la calle Avellanas número 20. En 1910 junto a otros socios funda Prats Vila Crú y Compañía, empresa de coches fúnebres ubicada la calle Játiva letra B y establece los talleres para su mantenimiento en la calle Cabillers número 11. Como era necesario tener un local grande para guardar las carrozas y el mantinimiento era caro pues debían estar impecables, era necesaria la asociación de varios funerarios los que les permitía demás no tener que alquilar las carrozas a terceros. Aparte de Prats que mantenía su despacho en la calle Avellanas, 20  otro de los socios Vicente Crú tenía agencia funeraria en la plaza de la Almoina número 5.


Aunque el uso de carrozas funerarias se remonta a la Inglaterra del siglo XVI como antecedente más remoto, la costumbre se populariza en el  Londres de la época victoriana. El nivel económico y social del difunto determinaba el tipo de pompas fúnebres que se le dispensaba. 

* Las autoridades y algunos miembros de la alta sociedad eran transportados en carrozas tiradas por más de seis caballos, acompañado cada caballo por un paje vestido de negro.

* Sepelio de primera clase. Se trataba de una carroza de lujo tirada por seis caballos negros.

* Sepelio de segunda clase. La carroza era tirada por dos o cuatro caballos.

*Sepelio de tercera clase. Una carroza más austera tirada por un único caballo.

* Los pobres de solemnidad eran transportados en un sencillo carro.

La costumbre imponía que en caso de que el difunto fuese un niño o una doncella el carruaje fuese de color blanco.
Listado de precios año 1912, procedente de factura.

Los servicios que ofrecía Mariano Prats eran: traslados y embalsamamiento de cadáveres, hábitos de todas las órdenes religiosas, mortajas, camas imperiales y túmulos, colgaduras de luto, esquelas y recordatorios, féretros en metal y maderas fabricados por él mismo, cera y hachas (vela de cuatro pábilos) para acompañamientos; exposición permanente de pensamientos, coronas, cintas y dedicatorias y por supuesto carruajes blancos y negros. Atendía por teléfono número 549 tanto dentro como fuera de la ciudad de Valencia.

A finales de los años 10 dejó en negocio y en esas fechas abrió en la calle Avellanas la Agencia Valenciana de Pompas Fúnebres S.A. en el número 21.

Autores: Enrique Ibáñez y Gumer Fernández.



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